'EL REINO' Rodrigo Sorogoyen
- Acrimonious00
- 1 mar 2019
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 5 mar 2019
"- Tú hubieras hecho lo mismo. - Pero no lo hice."
La prometedora vida y carrera política de Manuel Gómez Vidal (Antonio de la Torre) se desmorona ante sus incrédulos ojos cuando un caso de corrupción en su partido le hace quedar expuesto. Impotente, verá como los que consideraba sus amigos le dan la espalda y no le quedará otra opción que huir hacia delante e intentar, ya sea por una cuestión de orgullo o por un repentino brote de honradez y afán de justicia, llevarse con él a todos los implicados.

Este nuevo thriller de Rodrigo Sorogoyen aparece en el momento clave para meter el dedo en la enorme herida reciente y aún demasiado abierta de la sociedad española.
Para ello, nos cuenta la historia, desde la perspectiva del protagonista, un carismático, simpático, ambicioso y corrupto político con grandes expectativas de futuro; y siguiéndole única e ininterrumpidamente a él.
Siguiendo “the three-act plot structure”, la película comienza con unas primeras escenas introductorias de las que se sirve para presentar brevemente al protagonista y a los personajes secundarios que le rodean.
Le sigue la fase de confrontación, la más larga: En ella se presenta un problema, como es que el protagonista quede expuesto y sea traicionado por su Partido tras destaparse el escándalo de corrupción, y se forma y desarrolla el nudo de la historia.
Y por último la conclusión de la historia, la resolución de la trama, que abarcaría desde el momento en que Manuel decide poner en marcha su plan para destaparlo todo.
El largometraje dura 130 minutos y la trama transcurre lenta y en un clima de tensión que se contrasta y complementa al mismo tiempo con la frenética y acelerada banda sonora. A esta tensión contribuye también la dirección de fotografía, la composición de las tomas y el ‘setting’ del ya habitual colaborador de Sorogoyen, Alejandro de Pablo; destacando los largos planos sin cortes que permiten lucir las brillantes interpretaciones del elenco.
A lo largo de esta hora y media podemos conocer a Manuel, conocer al villano, apreciar su cambio a lo largo de la historia e incluso sorprendernos a nosotros mismos comprendiéndole, sintiendo hacia él una empatía incómoda y avergonzada. Sabes que es un cabrón, sabes que no es completamente ficticio, sabes que gente como él controla el país en el que vives y se enriquece a costa de la miseria de los demás; pero casi quieres que gane. Porque no puedes evitar ver su versión más humana.
Sorogoyen no nos enseña solo al político corrupto, nos enseña a la persona que hay detrás, al hombre de familia, marido y padre, al chivo expiatorio traicionado por sus amigos, al (como él mismo se define) “hombre normal” que se ve solo, luchando contra algo que claramente le viene demasiado grande. Y por eso en algunos momentos no puedes evitar desear que al final todo le salga bien.
Y esa incógnita la deja hábilmente sin resolver Sorogoyen, con ese final abierto tan acertado y magistralmente colocado tras la discusión final. Contrastando el grito con el silencio, en el momento de mayor tensión de toda la película.

Partiendo como una de las grandes favoritas con 13 nominaciones, 'El Reino' se hizo finalmente con 7 estatuillas:
- Mejor montaje (Alberto del Campo)
- Mejor guion original (Isabel Peña, Rodrigo Sorogoyen)
- Mejor sonido (Roberto Fernández, Alfonso Raposo)
- Mejor actor de reparto (Luis Zahera)
- Mejor actor protagonista (Antonio de la Torre)
- Mejor dirección (Rodrigo Sorogoyen)
- Mejor música original (Olivier Arson)
ESTUDIO SOBRE LA AUDIENCIA
Intenté ver esta película por primera vez el miércoles 3 de Octubre de 2018 en los Cines Renoir de Retiro, aprovechando el último día de la promoción de la Fiesta del Cine. A pesar de que las entradas estaban agotadas y, en su lugar, entré a ver Yucatán (Daniel Monzón), intenté fijarme en el tipo de público que entraba a verla. Era un público variado aunque con mayoría superando la treintena de edad. No obstante pensé que no se trataba de una muestra representativa de la audiencia de esta película en concreto ya que existían otros factores muy influyentes como la ya mencionada promoción, la fecha, etc.
De tal manera que, el lunes 8 de octubre, tras verla finalmente en los Cines Golem de Gran Vía, nos quedamos unos minutos hablando con uno de los trabajadores sobre la película. Le estuvimos preguntando sobre el tipo de audiencia y nos confirmó que se trataba en su mayoría de gente mayor de 40 años, incluso de 50, y que muchos eran clientes habituales del establecimiento, cinéfilos que acudían con frecuencia casi semanal. Aunque nos confesó que el público de ese cine era en general un público más adulto, independientemente de la película que se visionara.
También nos quiso destacar como él se había fijado en que las reacciones del público al salir de la sala eran de lo más opuestas y controvertidas: “Mientras algunos la elogian como muy necesaria e imprescindible, otros muchos la tachan de ‘telediario barato’, superficial, vano e intrascendente”.
Yo, personalmente y si tuviera que elegir una de las dos definiciones, me inclino más por la segunda. Ya que, aunque cinematográficamente y como thriller me parece una magnífica obra muy conseguida; en cuanto a profundidad considero que no se moja lo suficiente, que no profundiza lo suficiente en un tema tan candente y que nos concierne a todos como es la corrupción política hoy en día.
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