'GUERNICA'

Trompetas de Jericó anuncian la llegada del Stuka que pintará tu Guernica.

Pablo Picasso, 1937

La revolución traicionada como Ortega, la propia represión, tan brutal como ansiada.

La nuca bajo el grifo dando a luz al escalofrío que recorre tu espalda para morir en tus dedos que, clavados en la cerámica palpitan al ritmo de tu inconsciencia.

Epigonismo, ojeras y una percepción difusa del paso del tiempo.

Las luces de esa ciudad que nunca será la tuya, dibujando a través de tus ojos cerrados el familiar sigil que ya a penas reconoces como tuyo.

En la mesilla ese libro que nunca empezaste y en la papelera ese relato que nunca leerá nadie.

Preocupado y nada más lejano a la violencia, la ironía no será suficiente para seducir a la sabiduría.

Con la certeza de que morirás antes que el resto de tus hermanos, equivocándote solo, temiendo el término medio.

No parecen importantes las lágrimas, mezcladas con el vómito en el lavabo.